El proyecto comienza un 5 de Abril conmemorando un año mas del golpe de Fujimori, una serie de activistas de derechos humanos hicieron una actividad en el Parque de la Muralla que consiste en un túnel en el que presentaron obras de arte que reflexionasen sobre el tema de la dictadura, la violencia política. Fue tan exitoso eso, el intercambio con la gente genero mucho debate en el espectador que vimos que el arte tenia un potencial para tocar esos temas, entonces decidimos continuar con el proyecto y darle una forma de eso, un museo itinerante que plantee espacios en distintos lugares para a partir de obras de arte o artefactos culturales reflexionar sobre los años de violencia interna, sobre la violación de derechos humanos, sobre la memoria política. Entonces a partir de esa vez hemos llevado el museo a Ayacucho, a Huancavelica, a Sicuani, a Puno, a varios sitios de Lima.
-En tu obra lo que deseas expresar es la violencia en general, sin importar que los muertos hayan sido terroristas, inocentes o agentes del orden….
Personalmente y colectivamente, todas las muertes valen lo mismo ¿no?
Y suscribimos el informe de la comisión de la verdad y la reconciliación que hay responsables políticos pero que hay una sociedad fragmentada, dividida. Nos duele tanto los muertos de un lado como del otro.
Una cosa que para mi es fundamental de este periodo es que la mayoría de las victimas de la violencia han sido habitantes de las zonas andinas y quechuahablantes. ¿Cómo han podido desaparecer 60 000 personas sin que la sociedad peruana haya reaccionado?. Yo creo que eso tiene que ver con el profundo racismo que existe en nuestra sociedad. A diferencia de las dictaduras de Chile o Argentina donde la sociedad reacciono de una manera muy visible porque las victimas eran de los sectores de clase media, en nuestro país la mayoría fueron habitantes de las zonas andinas. Digamos los sectores dominantes de la sociedad, los sectores urbanos miraron con desprecio, no quisieron ver o simplemente estuvieron dispuestos a pagar el costo social que esto implicaba.
Para mi esta es la base de esta violencia, las profundas fricciones sociales, por que no solo son de clase sino también hay un aspecto racista que divide a la sociedad peruana. Entonces nosotros seleccionamos obras que denuncian las matanzas de las fuerzas del estado, pero también seleccionamos obras que denuncian las matanzas de Sendero Luminoso y del MRTA. Todo lo que causo muerte de peruanos y peruanas.
-¿De donde surge la iconografía para tus trabajos?
De distintas partes, por que justamente creo que mi trabajo busca eso, hacer dialogar códigos de distintas tradiciones culturales: Japón, de la contracultura urbana, de los medios de comunicación masivos y hacer un discurso propio con eso.
-¿Cómo defines la contracultura?
Es lo que esta fuera de las lógicas y dinámicas de los espacios oficiales, de los circuitos de galerías convencionales, los museos. Hay una serie de artistas con un trabajo critico que apuestan por crear estas otras alternativas para llegar a otros sectores de la población, para exponer obras que tienen contenido crítico sin censura. Todo eso se puede llamar contracultura por que esta opuesta a la cultura oficial.
-¿ “El Averno” por ejemplo?
Claro, El Averno es un centro contracultural por que es un centro de cultura alternativa. No oficial, no hegemónica, no ligada a los grupos de poder, sino que se construye de manera distinta. Intenta articular un proyecto mas democrático. No para privilegio de unos pocos.
-¿Cómo te imaginarias un Perú perfecto, un mundo perfecto?
Bueno, yo no creo en el paraíso democrático, de justicia social. Yo creo que las cosas se construyen de poco a poco y paso a paso. Hay una frase que alguna vez leí en un texto de Eduardo Galeano que decía que la utopia es como el horizonte, uno camina un paso y se aleja un paso, uno camina diez pasos y se aleja diez pasos. ¿Para que sirve?. Sirve para caminar.
Entonces yo no puedo imaginarme en el futuro un paraíso de justicia social.
Hay que enrumbarse hacia eso, superando los temas de desigualdad social y de acabar con las lógicas racistas en el Perú y en el mundo a partir de la idea de que todos los seres humanos valemos lo mismo y somos iguales en dignidad y en derechos.
-¿Algún proyecto a futuro?
Soy parte de tres proyectos colectivos: uno es el Museo Itinerante de la Memoria que nos vamos moviendo por exposiciones donde nos inviten.
Otro es el foro de la cultura solidaria de Villa El salvador que se realiza en octubre y el último es la brigada muralista que es un colectivo de murales que hacemos en distintas partes de Lima.
Y bueno seguir con eso y también pintando la producción propia para de aquí a un tiempo hacer otra individual.
Jorge Miyagui junto a Carmen Amaro, hermana de Armando Amaro Condor, estudiante asesinado en la Universidad Enrique Guzman y Valle La Cantuta.
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