(Lima, 18 de Agosto de 1955)
Actor egresado del Teatro de la Universidad Católica con estudios de pedagogía teatral en la Escuela Nacional de Arte Dramático, Psicólogo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos formado en Programación Neurolingüística.
Clausuro el domingo último el iv festival de teatro aficionado el cual organizo con colaboración de la APJ.
Su periplo actoral lo ha llevado desde escenarios en Okinawa, el interior del Perú, Brasil, entre otros lugares.
Ha representado diversos papeles en el teatro y en la televisión.
Es profesor de teatro de la PUCP
Actualmente le da vida a Akira Kato en la miniserie “Matadoras” que se transmite en la pantalla chica.
1)-¿Qué te impulso a dedicarte al teatro?
Yo creo que uno hace las cosas y luego se dá cuenta de por qué las hace. Quería probarme en la actuación, pues me gustaba desde pequeño.
Mi papa contaba el cuento “momotaro-san” cuando yo era niño y fue el primer actor digamos que ví haciendo teatro para mí. Después descubrí el teatro fuera de mi casa. Descubrí que había una escuela de teatro. Descubrí que me gustaba. Descubrí que quería dedicarme a eso, al teatro y me dije si es que no estudiaba nunca iba a hacer algo importante. Así que decidí estudiar teatro y adquirir una disciplina, dedicarme con más base al teatro. ¿Y que iba a hacer después? No sabia, pero esa era por que me gustaba simplemente.
Me impulso a hacerlo por que ví teatro en mi casa, a través de mi padre.
2)- Tu mejor experiencia y tu peor experiencia dentro del teatro…
Yo diría que todas las experiencias son interesantes e importantes. El primer día que subí a un escenario. Todas las veces son el primer día, por los nervios y todo eso, pero ahora se me viene por ejemplo a la memoria la función que hice en un colegio de Okinawa donde mis padres habían estudiado. Entonces esa vez que yo di la función de mimo en ese colegio sentía que estaba ofreciendo la función a mis padres. Esa fue una experiencia importante. O también la función de mimo que di en una chacra de Brasil, que era la familia de mis tíos, para sus hijos, o la función que he dado en el interior del país, en el medio de la tierra, en el patio que no tiene nada de cemento, en los pueblos jóvenes donde el perro se cruzaba en plena función o algunas funciones que he dado en el Centro Cultural Peruano-Japonés cuando comenzaba, en Perú Shimpo también he dado funciones, cuando estaba en jirón Puno. Todas son bonitas, todas son importantes. Y la peor, no tengo ninguna.
3)-¿A quien o a quienes admiras dentro del mundo del teatro?
A mis maestros. Alberto Isola es uno de ellos. Lucho Queirano también me enseño. El ha dirigido una de las mejores obras que he visto en mi vida: “los calzones”. Y una persona que no es muy popular pero que es un gran maestro, es mi maestro, es Jorge Guerra, que es director de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. El ha sido mi maestro, todo lo que se, se lo debo mucho a el.
4)-¿Qué opinas de la situación del teatro y del arte en general aquí en Perú?
Particularmente en el tema del teatro es una cosa increíble e inimaginable
En el 2000 por ejemplo habían funciones de teatro que se cobraban un sol la entrada o se pasaba el sombrero, ahora las entradas están 50 o 70 soles y hay publico que viene a verlo. Es increíble. A nivel de teatro ha mejorado bastante, hay un mercado y hay un publico que también se traduce dentro de la colectividad, en el Centro Cultural Peruano Japonés como este boom o auge, por que allí también se esta impulsando a hacer teatro.
5)-¿Y apoyo del Estado?
No, yo no quiero hablar del estado por que al estado no hay que pedirle nada. Ya uno se cansa. Yo no hago teatro desde ayer. Y si esperamos a que el estado nos de, yo no haría nada. Yo le he sacado cosas al estado derepente cuando me he ido al interior del país y he dado funciones, talleres a las universidades nacionales. Pero tampoco me lo han regalado. En el sentido de que yo he dado un taller, una función, a cambio de que ellos me den el comedor universitario. Es lo único que el estado me ha dado. Tampoco puedo pedirle nada por que el estado no tiene una política cultural y ningún gobierno le ha interesado difundir el teatro. Y en los ochenta peor todavía. Trataban de censurarnos, por que saben que el teatro va a decir la verdad, directamente, como ninguna otra arte:
la música, las canciones o la pintura.
El teatro si que va a hablar. Y decir las cosas claras. Eso es el peligro de que la gente haga teatro. Se puede difundir la música, con facilidad, pero lo último que se puede difundir es el teatro, por que hay miedo de que se difunda.
6)-Si imaginamos que la comunidad Nikkei es un gran teatro ¿tu crees que los nikkei somos buenos actores o no?
Hay una actitud muy asumida que yo no se si es atracción o no, que es el silencio y el no decir las cosas claramente, directamente, yo diría que eso es hipocresía, pero es su modo de ser. No te van a decir mirándote a los ojos lo que eres y criticar lo que haces. Tampoco hay una aceptación a la crítica. Tu le puedes sugerir algo y ellos creen que es una gran critica y ya están en contra tuya. Pero es una cuestión muy asumida, ya muy de idiosincrasia, lo que viene de los mismos japoneses. Los japoneses tampoco te hablan directamente. Tratan de suavizarse para las cosas. Y eso se llama amabilidad. Hay veces yo prefiero no ser amable. Hay veces prefiero ser malcriado. Para ellos o para otra gente, nikkei o no nikkei, pero me divierto mirando a los ojos y decirle lo que le quiero decir. Muchas veces. Otras veces me lo callo. Yo no se si he respondido tu pregunta pero es lo que se me ocurre decir. Algo diré.
Que están actuando y que lo asumen tan bien….
7)-¿O sea que somos buenos actores?
No he dicho eso.
8)-Un consejo para la gente que desee empezar en esta forma de vida que es el teatro….
Yo soy del teatro de la Universidad Católica y el único consejo que les daría es ir a aprender teatro en el teatro de la Universidad Católica. Es el mejor sitio donde se puede comenzar a aprender a hacer teatro.
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