viernes, 3 de septiembre de 2010

LUDOPATIA: UN TEMA QUE NO ES JUEGO (3)

Revisando un libro que hace memoria de nuestra colectividad, me encontré con una foto muy singular. Una que me trajo antiguos recuerdos de comentarios de los ojis y obas de un lugar llamado “Venegas”, muy cerca al otrora “Komuko”, ambos lugares en los limites entre Barranco y Surco, los cuales albergaban granjas de isseis y niseis, en donde las otrora diversiones no solo se remontaban a las radios a tubos y a reunirse en casa de aquel que tenia aquella enorme caja que trasladaba imágenes, llamado televisor, sino que además se reunían muchos paisanos a jugar cartas, apostando no solo dinero sino mas bien chanchos, pollos, javas de huevo y todo cuanto sea negociable o apostable.


La foto muestra claramente algo parecido a un deposito, acondicionado con una mesa, en donde reunidos con cafés, cigarrillos, okashis y hasta licor, seis isseis o nikkeis se entretienen con uno de los vicios que a través de generaciones ha llegado a nuestros días, acompañado lógicamente de la modernidad y la legalidad (el juego entro a la legalidad en la década de los 90s).

¿Es posible que muchos nikkeis hayamos heredado esto inconcientemente de nuestros antepasados al verlos reunidos en la mesa del comedor de la casa junto con tíos y amigos de la familia mientras vivíamos la niñez?

Ahora la comunidad Nikkei ya dejo atrás las chacras y las granjas, ahora están los negocios o las remesas de nihon. ¿Cuánto de este dinero y energía emocional estará yendo a parar a los casinos y tragamonedas?

En tiempos modernos en donde la tecnología va de la mano con el libre mercado, aquel vicio o costumbre heredados tal vez inconcientemente de nuestros antepasados, es sumamente fácil que salga a flote en una ciudad llena de tragamonedas, bingos, Internet y otros negocios relacionados a las apuestas o loterías.

Y es sumamente fácil caer en desgracias económicas y emocionales por lo mismo.

Por eso es que esta foto, siendo un recuerdo, podría ser también una advertencia de muchas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario