lunes, 3 de enero de 2011

ENTREVISTA A TONY KOBASHICAWA

Con una dedicación y vocación neta por los instrumentos folklóricos tradicionales tanto de Perú como de Okinawa, Tony Kobashicawa ha logrado fusionar e interpretar melodías de forma magistral. Y como el papel no trasmite sonidos invitamos a los lectores a disfrutar de las canciones en youtube colocando las palabras clave: condor pasa jakobashicawa y vírgenes del sol jakobashicawa
FUE BECADO POR KIN CHO PARA ESTUDIAR SANSHIN EN OKINAWA


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-¿Cómo fueron tus inicios en el arte del sanshin?



Empecé en el año 97 por que llegaron a mi casa dos sanshin que eran de mi ojii y de mi tío respectivamente. Yo los recibí y no sabía como afinarlos. Me fui a la Plaza Dos de mayo, le compré cuerdas de guitarra y con eso se trató de aprender. Lo afine de una manera similar a la de la guitarra porque uno no tiene noción y no sabía como hacerlo en ese entonces, no había alguien que te guiara en eso.



-¿Y que sucedió después?



En ese año 97 llega un tío de Okinawa y me dice que me va a enviar un libro con un cassette para aprender. Ese libro llego algunos meses después y aprendí de forma autodidacta “Asadoya yunta” sin saber entonces la importancia que tenía esa canción por ser muy popular en Okinawa.



-¿Y sobre Haisai Uchina?



Entre febrero y marzo del año 98 integro lo que posteriormente se convirtió en el grupo “Haisai Uchina” que en ese entonces ni siquiera tenía nombre y en las presentaciones nos llamaban grupo de shamisen de tal sitio y cosas así, hasta que decidimos ponerle nombre.



-¿Cómo que tenían bastante gusto por la practica del sanshin?



Nos reuníamos normalmente los viernes en la noche, nos quedábamos hasta medianoche, una de la mañana, guardábamos los instrumentos, los sanshin, etcétera, bajábamos y en el hall seguíamos conversando y por esas cosas que uno no sabe, volvíamos a sacar los sanshin y seguíamos tocando. No sé, sería por el gusto que le habíamos agarrado al instrumento.



-¿Alguna anécdota de aquel entonces?



Estaba en exámenes parciales y nos quedamos hasta las dos de la mañana tocando sanshin en el Hall y … me perdí un examen parcial porque me quedé dormido.



-¿Qué satisfacciones te ha traído tocar shamisen?



El tocar shamisen me ha traído cosas muy buenas. Es como llenar un vacío. No fue creo de hacer prevalecer la cultura okinawense. En mi caso fue por que me gusto tanto que ensayábamos varias horas a la semana, en forma diaria y sin querer hicimos esa cosa que es mucho más importante: mantener el legado, la cultura viva. Ese no fue el objetivo pero fue una consecuencia muy buena.



-¿A que crees tú que el arte del sanshin pasó de los isseis a los sanseis salteándose la generación de los niseis?



No sé. Yo supongo que eso te lo tendría que contestar un nisei. Supongo que ha debido de ser el trabajo y esas cosas. Simplemente en mi casa cayeron los dos sanshin como si Kamisama los hubiera mandado o mi abuelo.



-Sobre la fusión de la música tradicional con la moderna…



Con Haisai Uchina hicimos presentaciones y comenzamos a fusionar con instrumentos occidentales como guitarra, bajo, batería. De repente como para hacer algo nuevo, salir fuera de lo normal con el sanshin, cosa que no es nuevo porque en Okinawa ya se estaba haciendo, pero para acá de repente habría sido novedad. A nosotros nos gustaba hacerlo. Pero yo creo que ahora, como que hacer ese tipo de mezcla sin tratar de prevalecer la esencia de Okinawa, pierde importancia en lo que se hace. En todos estos años que han pasado yo pienso que lo tradicional en su forma pura debería de mantenerse.



-¿En cuantas vertientes podría dividirse la música okinawense según tu criterio?



Serían como tres vertientes. Una moderna en donde están mezclados pues guitarra, bajo, batería o hacen música electrónica, basados en música de Okinawa que esta bien, suenan bonito, pero no es el folklore. Pero sirve para que los jóvenes se traten de aproximar al instrumento como tradición que es el sanshin. Si bien no sigue la línea netamente tradicional, sirve como un nexo entre lo moderno y el folklore neto de Okinawa. Porque alguien que ha escuchado toda su vida rock o música electrónica y escuchar de golpe por así decirlo el folklore es muy difícil que lo asimile. Esa especie de combinación sirve como un puente. Esa es mi forma de ver. Ahora ya en el plano de la música como folklore en sí hay dos géneros bien marcados: el minyo que es una música muy del pueblo por así decirlo que es bastante alegre y el genero denominado koten que es la música clásica, que tienen las partituras y te dicen aquí tienes que tocar de esta forma, tienes que cantar de esta forma, aquí entra una subida de tono, una bajada de tono y así lo han mantenido durante décadas, siglos. Por que eran canciones que se tocaban a gente que era de la realeza de Okinawa.



-¿Fuera del sanshin tocas otro instrumento?



Toco charango. Los instrumentos que toco o tengo afinidad más fuerte son los instrumentos folklóricos. Me gusta mucho el folklore tanto de Okinawa como de la música andina peruana.





-Sobre tu experiencia en Okinawa…



Ir a Okinawa es un cambio de mentalidad y un cambio de vida. La vivencia allá es muy fuerte. Por ejemplo cuando me llevaron a Himeyuri, que fue una especie de escuela de enfermeras que apoyaron a los soldados, esta estaba con agujeros en la tierra producto de bombardeos o cuando fuimos a Itoman a ver las cuevas que habían servido de refugio a los soldados y habían textos que mencionaba de los suicidios durante la guerra. Ese tipo de vivencias en mi caso fue muy fuerte, muy chocante, me hizo ver otro lado de Okinawa que normalmente puede estar escrito en las canciones pero que uno normalmente no entiende. Esas cosas de la guerra me marcaron muy fuerte. Lamentablemente eso es algo que no se puede compartir con las personas a las que uno quisiera enseñarles sanshin. Esa es una vivencia personal, la gente tiene que ir, tiene que ver y sentir esa tristeza que hay en esos sitios y allí es donde te cambia algo muy, muy dentro.



-¿Te parece que la juventud nikkei esta perdiendo interés en las manifestaciones culturales japonesas?



Pensar en un fenómeno generalizado en todos los jóvenes nikkeis sería en mi caso absurdo. Nunca me he puesto a pensar seriamente esas cosas. Puede ser que algunos jóvenes no quieran tocar sanshin o bailar un odori o hacer cosas tradicionales por su cuenta, a veces lo hacen porque podría ser que su papá o su mamá les hayan dicho que para una presentación del kenjinkai o del sonjin, que toquen una canción o cosas así, pero esas cosas por obligación yo creo que no funcionan. Lo que si creo que tienen que hacer las instituciones es informar que si uno quiere aprender determinada cosa, esta el sensei tal, la sensei tal, cosa que si alguien tiene una inquietud pueda al menos acercarse y decir “estoy presto a aprender”.



-¿Algún mensaje para la juventud nikkei peruana?



Que sean buenos. Independientemente de lo que hagan si es tradicional o no, el espíritu es algo que no hay que corromper. La idea y la filosofía de los okinawenses por ejemplo en lo que es Icharibachoode que representan frases o gestos muy fraternalistas son cosas que no deberían de perderse. Así como el respeto a los padres y los antepasados.


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